Tenía un mal presagio al comenzar esta Ryder y no veía yo a los europeos reconquistar la Copa. Era una sensación. Pero cuando me preguntaron en la ‘porra’ un posible resultado final, sin pensar a penas, dije que Europa ganaba con cuatro puntos de diferencia, es decir 18-10. Y sólo me equivoqué por medio punto, aunque no gané la porra.
Así viví yo la última jornada de la Ryder Cup 2018
En ningún momento, la palabra ‘milagro’ salió de mi boca. Llegar a los individuales con cuatro puntos de ventaja, sabiendo que los americano con mejores en el ‘face to face’ no había milagro que valga. Más bien me vinieron recuerdos de Brookline, 1999 Massachusetts, cuando Europa en enfrentaba en los individuales con cuatro puntos sobre EEUU y una mala gestión del capitán Mark James nos hizo perder la Copa. No voy a contar aquella infausta Ryder en la que los insultos a los jugadores europeos fueron continuos (Sra Doubtfire a Monty….) y Europa tuvo, quizá, el peor capitán de su historia.
El ‘Dia D’ comenzaba bien para los Europeos en la jornada de los individuales y que empezaban dominando en el marcador, pero a mitad de jornada, le entró como una pájara y a la vez que llegaba un festival de putt estadounidense y las dudas se cernían sobre Europa.
En el primer partido McIlroy / Thomas fue un toma y daca todo el día, con errores sobre todo del irlandés que propiciaban la ventaja americana. Era un punto importante, eso pensábamos, cuando llegaron empatados al hoyo 18. Pero una mala salida de Rory y entregó el partido a Thomas en el búnker. 1-0 para USA.
Por detrás llegaban Casey/Koepka en idénticas circunstancias, aunque aquí Paul fue remontando hasta llegar empatados al 18, donde casi emboca un putt largo para ganar el punto. Caía un medio punto para Europa. Sólo faltaban 4: 10 ½ – 7 ½
Uno de los jugadores más fuertes de esta Ryder ha sido Justin Rose, pero inesperadamente veíamos que su punto se escapaba sin indicios de recuperarlo en ningún momento y así se reflejó en el marcador 3y2 para Web Simpson. Nada menos que seis birdies de Simpson en la ronda por tres de Rose. Otro punto para USA: 10 ½ – 8 ½
Entonces todos los ojos se fueron al partido que disputaban a cara de perro el todopoderoso Tiger Woods y el novato Jon Rahm, que pasó a convertirse en la llave de los equipos. Una mínima ventaja de Rahm mantenía bajo control a Tiger, que llegó a fallar putts incomprensibles para un jugador que la semana anterior había sumado su 80 victoria.
Mientras tanto, Tony Finau daba otro punto a Estados Unidos frente a Tommy Fleetwood, que si bien ha sido, junto a Molinari, la pareja revelación de esta Ryder, nada pudo hacer contra el americano que le derrotó por una apabullante 6 y 4. Los americanos acortaban distancias: 10 ½ – 9 ½
Y salió el espíritu Poulter que, entre idas y venidas, ponía el empate en el marcador en el 13 contra Dustin Johnson, el número 1 del mundo; Olesen seguía cuatro arriba a falta de 5 hoyos frente a Spieth; García 2 arriba en el 12 frente e Fowler: Molinari tenía otro partido difícil cntra el carismático Mickelson y le ganaba por uno en el 11; y Stenson, a la chita callando seguía machacandoa Bubba Watson con 3 arriba en el 8.
Mientras seguía el emocionante duelo Tiger/Rahm, Ian Poulter sacaba fuerzas de flaquezas para ganar el hoyo a Dustin y ponerse uno arriba a falta de cuatro hoyos; y Molinari con un súper putt ganaba el hoyo al zurdo Phil, dos arriba a falta de 6 hoyos.
Más emoción imposible. Todo podía cambiar en cualquier momento.
Europa estaba viviendo su mejor momento de juego tras unas horas de crisis en la que los americanos había tomado el poder en el marcador, aunque fue sólo una ilusión.
Entonces Rahm falló un putt muy corto en el 16, entregando el hoyo a Tiger. La sala de prensa tembló y recordó un momento similar en la primera jornada de Fourballs cuando una corbata expulsó la bola del hoyo y Rahm perdió la concentración y el partido. 1 arriba para Rahm a falta de 3 hoyos.
¡¡Peligro!! Hoyo 17, Tiger en el Tee y …. Ufff, bolazó que se hunde en lo más profundo del rough y Rahm contesta con un cañonazo, al centro de la calle, castigando duramente a la bola, que poca culpa había tenido en el fallo anterior. Ovación en la sala de prensa.
Enre tando cae un punto para Europa, el primero del día, y de la mano de otro novato, Thorbjorn Olesen que se deshacía con 5 y 4 de Jordan Spieth, una sombra todo el día: 11 ½ -9 ½
Poultar ganaba dos hoyos seguidos 14 y 15, se golpeaba el pecho, sacó el puño y su gritó de guerra se mezcló con el aullido del público, ‘im-presionante’ toda la semana.
Tirazo de Rahm al 18 dejando a bola a menos de 3 metros de bandera. ¡Ese es nuestro Rahm!
Sergio no emboca en el 13 y cede un hoyo a Fowler, que no ha logrado domeñar al español en todo el día. Dustin emboca un putt milagroso (eso sí es hablar con Dios), mientras la doble pantalla muestra el putt de Rahm para ganar el partido…. Y explota el vasco. El novato Jon Rahm gana por 2y1 a Tiger Woods, que se va como el gran derrotado de la Ryder. El marcador de cara para Europa 12 ½ – 9 ½
¡¡¡¡Vamos!!!!!
Dustin Johnson le recorta un hoyo a Poulter. En este partido puede ganar cualquiera. El inglés quiere terminar pronto y parece que Dustin ha agotado su festival de putts en los primeros 10 hoyos de la vuelta. Golpazo de Ian hacia el Green de 17 que queda a 2 metros de bandera.
El desánimo cunde entre los americanos, Fowleer se va a el agua al 15 y Garcia se pone 2 up. En manos de Poulter está el punto para Europa…. Pero falla….. Hay que ir al 18.
El partido de Stenson está dormie, 5up a falta de 6 hoyos; y Molinari casi que también, 3up a falta de 4.
¡Europa saca el puño!
Sergio se va al agua en el 15 de segundo golpe. ¡Pero qué pasa en este hoyo! Y se complica frente a Fowler.
El mago Poulter se saca un golpe de la chistera y deja la bola a unos 2 metro de bandera en el Green del 18.
Fowler le devuelve el favor a Sergio en el 16 y desde el Tee se va al agua
Poulter concentrado, toda la tensión en su rostro serio a punto de explotar observa el putt inmenso de Dustin Johnson que nos dejó a todos sin respiración, pero pasó rozando el hoyo. Patea Ian Poulter y … ¡Ahora sí le da el punto a Europa! 13 ½ – 9 ½ y a uno de ganar la Copa. El inglés estalla, se golpea el pecho, ¿se habrá roto una costilla? El público de París enloquece, los americanos enmudecen
¿Quién pondrá el punto ganador: García, Stenson o Molinari?
El italiano va 3up a falta de tres hoyos, otro partido dormie. Peio Iguarán, el caddie español de Molinari, le indica la dirección de la bandera y dónde debe dejar la bola en el Green del 16, y allí la plantó el italiano. Phil sintió toda la presión, quiso mejorar el golpe y…. ¡agua! En el mismo Tee, Phil Mickelson le dio la mano a Francesco Molinari, héroe de esta Ryder, y le entregó la Copa Ryder
Europa 14 ½ – EEUU 9 ½ La Copa ya se pasea por los Campos Eliseos
La alegría se desborda, el público grita, se baña en cerveza, Molinari se arroja en brazos de la afición y recibe un baño de cerveza; Rahm grita como un poseso, Poulter se disfraza de ¿buzón de correos? Fleetwood se arrodilla en el Green del 18 y anima a la afición. Pero la Ryder aún no ha terminado. El juego sigue.
Sergio García gana a Ricky Fowler por 2 y 1, suma su punto número 12, el jugador que más puntos ha aportado a su equipo en la historia de una Ryder Cup, por encima de Nick Faldo, Seve Ballesteros o Bernhard Langer. Lástima que por unos minutos no hubiera sido él el que diera el punto ganador de esta edición.
García se come a besos a Thomas Björn, y a Molinari; Rose se acerca a Sergio y le dice que es lo más grande. El público grita: “Sergio, Sergio”. Él se funde en un abrazo y un beso con su mujer Angela.
Y casi enseguida, Henrik Stenson por el 5 y 4 frente a Bubba Watson (¿alguien le ha visto esta semana?) en el marcador global 16 ½ – 9 ½
En un inoportuno gesto, Patrick Reed emboca el birdie del 16 para derrotar a Tyrell Hatton por 3y2 y manda callar al público que ha abarrotado Le Golf Nationel, que le dedica un sonoro abucheo. Pero a Hatton no le importa, está feliz y se une a la fiesta con sus compañeros.
Se desata la fiesta en todo el campo…. Pero…. Aún están jugando Alex Noren y Byron Dechambeau, con una concentración inusitada, peleando por el punto como si en ello les fuera la vida. Es de agradecer, en honor al juego del golf, que estos dos golfistas lo sigan dando todo cuando saben que su resultado es ya irrelevante. Y el público se lo agradece, porque quiere seguir disfrutando de buen golf.
Hatton va 1 arriba en el 15, y mantiene esa ventaja hasta el final, hasta el hoyo 18 donde le esperan todos sus compañeros para hacerle partícipe de la fiesta. Los jugadores gritan, lloran, se abrazan. Y disfrutan del último putt de Noren, kilométrico para dar la puntilla a Europa y que la explosión de alegría sea completa.
Europa 17 ½ – EEUU 10 ½
Por medio punto, no gané la porra.