Los barrios de Madrid compendiados en focaccias

Pocos sitios como la Vermutería del Hotel Índigo – Boutique (c/ Silva, 6), un cuatro estrellas en plena Gran Vía, representan tan bien en su carta el espíritu de Madrid.

Este lunes 11 de noviembre estrenan en su nuevo espacio junto a la recepción del hotel una original carta de bocadillos y focaccias con nombres tan castizos como Chamberí (morcilla patatera de Extremadura con queso tetilla gallego y miel de caña), Ventas (rabo de vaca deshuesado con queso de cabra y  pimientos asados) o el popular y buscado ‘bocata de calamares’ con un toque de arte identificado como el bocadillo/focaccia Plaza Mayor (chipirones en tempura de Pimentón de la vera y ali-oli de calamar y lima).

“Estando donde estamos, en plena Gran Vía, hemos querido dar un toque madrileño a la carta; además de las tres sugerencias que ofrecemos cada semana. Tenemos también una oferta de cuatro raciones, entre las que destaca la oreja confitada que hacemos nosotros  a fuego lento desde el origen”, explica Rikardo Robles, jefe de cocina del Hotel Índigo. Todo ello aderezado con tablas y lateo que acompañado con un Verdejo fresco han encontrado la fórmula perfecta para que el tiempo se pare en una ciudad en la que la vida pasa en un segundo.

La Vermutería cuenta además con un espacio al aire libre para fumadores: una mini terraza interior medio cubierta, separada con una enorme cristalera que le da mayor amplitud a este espacio.

El Hotel cuenta además con un restaurante abierto al público, El Gato Canalla, un espacio urbanita y céntrico, con vistas a la calle y el inmenso mural de la recepción de entrada que representa la céntrica calle de Gran Vía inmortalizada en una instantánea tomada el mismo día que se abrió el hotel.

Precios muy ajustados, presentación impecable y buen servicio para huir del bullicio y entablar una tertulia que se puede alargar hasta el atardecer. Y en ese caso, nada mejor que subir hasta la planta 12 donde se encuentra la Terraza, un balcón sobre los tejados de la ciudad con la Casa del Campo al fondo, ideal para ver la puesta del sol. Un Sky Lounge que no te puedes perder.