El Departamento de Green Section de la RFEG muestra cómo afectan las nevadas a los campos y qué técnicas ayudan a recuperarlos
El temporal Filomena ha provocado unas nevadas que, como es el caso de la Comunidad de Madrid, no se veían desde los años 70. Y, como era de esperar, los campos de golf también se han visto afectados; de hecho, todos han tenido que cerrar por encontrarse injugables.
Llegados a este punto, ¿por qué afecta tanto la nieve a los campos de golf?, ¿qué técnicas y herramientas son necesarias para recuperarlos? Actualmente, la acumulación de hielo es uno de los mayores problemas para la salud del césped; de hecho, el tipo de hielo y el tiempo que permanezca en la superficie determinará la magnitud de los daños.
Debemos tener en cuenta los cuatro tipos de lesiones invernales: la desecación, la muerte directa por baja temperatura, el encapsulamiento en hielo y la hidratación de la corona.
1. Desecación. Se produce cuando el césped está desprotegido por la capa de nieve y sujeto a vientos fríos secos durante largos períodos del invierno. En estas condiciones, el césped expuesto puede perder una importante humedad en los tejidos, lo que provoca la muerte de la planta.
2. Muerte por bajas temperaturas. El daño se produce a causa de temperaturas extremadamente frías.
3. Hidratación de la corona. Este efecto es el que ocurre durante la congelación y descongelación, es decir, cuando las temperaturas se calientan durante el día, la nieve y el hielo se derriten, y luego se vuelven a congelar por la noche.
4. Encapsulamiento de hielo. El daño del césped ocurre cuando una cubierta gruesa de hielo sobre el césped causa una reducción en el intercambio de gases entre el césped encapsulado de hielo y la atmósfera.
Técnicas para minimizar los riesgos y daños
Aun sabiendo que las condiciones meteorológicas son incontrolables, existen técnicas y consejos para minimizar los riesgos y daños provocados por las nevadas, las bajas temperaturas o las heladas. En algunas ocasiones, dejar la cubierta de nieve suele ser un buen aislante natural, que evita que el suelo alcance temperaturas que podrían ser letales para el césped.
Otro aspecto a tener en cuenta es que la profundidad de la cubierta de nieve y la temperatura constante del suelo pueden ser factores favorables para las enfermedades fúngicas. Como consecuencia, la mayor parte de los daños invernales observados en los campos de golf han sido causados por enfermedades fúngicas.
Como conclusión, quizás el mensaje más importante es que la prevención y mantener un césped sano durante el verano y el otoño le da al césped la mejor oportunidad de sobrevivir al invierno. Hace más de 50 años, el Dr. Beard recomendó establecer céspedes tolerantes al frío y tratar los problemas de sombra, altura de corte baja, colchón y drenaje para limitar las lesiones invernales. Esas recomendaciones siguen siendo válidas hoy en día.