
Con su sufrida victoria en el Masters de Augusta, y en el primer hoyo extra frente al británico Justin Rose, suma su primera Chaqueta Verde a la que se le une el Open de Estados Unidos (21011); el PGA de EEUU (2012 y 2014) y Open Británico (2014). A sus 34 años le faltaba la Chaqueta Verde para sumar los cuatro Majors. Jon Rahm termina en el puesto 14º tras una buena ronda final bajo par.
Chiy Trillo
El norirlandés rompe once años de sequía en torneos Grandes y se impone en una sufrida ronda final del Masters de Augusta, que para él, y los ‘patrons’, ha sido una montaña rusa de emociones. El camino se le allanaba al norirlandés con el birdie al 17 y un golpe de ventaja sobre su compatriota Justin Rose, que hacía bogey a ese mismo hoyo. Pero el putt impresionante de Rose en el 18 y el inexplicable fallo de Rory en el green, fruto de los nervios, llevó al torneo a un play-off que se resolvió en el primer hoyo extra, tras un tirazo del norirlandés desde la calle a poco menos de un metro de bandera; mientrar a Rose le quedaba un largo y complicado putt que no embocó.

Estalló el público de alegría, estallaron las emociones, se esfumaron los fantasmas y Rory ya es el primer europeo que suma todos los torneos Majors en su haber, tras el Open de Estados Unidos en 2011, dos PGA de EEUU en 2012 y 2014 y un Open Británico de 2014, Rory, por fin, tiene su ansiada Chaqueta Verdes y desde ya forma parte de un exclusivo grupo de jugadores que hacen historia en este deporte.
Una montaña rusa de emociones.
La última ronda del Masters de Augusta se comportó como estaba prevista: duelo al sol de Georgia que lució con ganas; un mano a mano entre dos contendientes , McIlroy y DeChambeau, que se fue convirtiendo en un trío y hasta un cuarteto en el que entró de tapadillo Justin Rose, Luving Aberg y hasta un Scheffler desaparecido durante la semana; un Amen Corner que tomó su protagonismo cuando Rory se fue al agua en el 13 y falló el par para bogey; y emoción, mucha emoción hasta el final. Hasta el último putt.

El partido en la cumbre era Rory McIlroy – Bryson Dechambeau con esos dos golpes de ventaja con los que salía el irlandés y que a priori parecían insuficientes para un sólido americano que en la jornada del sábado levantó al público de sus asientos con el putt el 18, que e colocaba segundo a dos golpes del norirlandés.
Y parecía que Rory iba a volver a hacer de las suyas cuando comenzaba el día con doble bogey frente al par del estadounidense. Pero Rory se fue comiendo a Dechambeau que pese a superarle en el 2, se fue haciendo pequeñito mientras Rory iba creciendo más y más (birdies al 3, 4, 9 y 10) y con -14 ponía distancia sobre Dechambeau que se desesperaba (bogey al 3, 4, doble al 11 tras mandarla a agua y bogey al 12).
El Amen Corner quiso jugar su papel en este Masters, una vez más, y fue la tumba de Dechambeau que envió la bola al agua y terminó con doblete. Pero la cosa no iba a quedar ahí, en el 13 Rory se iba al agua y también terminaba con doble bogey. Eso abrió una ventana a Justin Rose, que a la chita callando iba sumando birdies, aunque también cayó un bogey decisivo en el 17 cuando iba de líder en solitario con -11 tras dos clamorosos fallos de Rory y el colapso de DeChambeau, y a Ludving Aberg que también venía por detrás a la chita callando.

A falta de cuatro hoyos, el inglés Justin Rose, líder del primer día, tuvo su oportunidad y con -11 lideraba el 89º Masters de Augusta, pero un inoportuno falló en un putt corto y muy tenso en el 17, y un tirazo de Rory en el 15 con posibilidad de eagle (birdie al final), volvió a colocar al norirlandés un por encima, con tres hoyos por delante; mientras a Rose se le terminaba el campo. Pero no quiso despedirse a la callada y con un birdie inmenso que levantó la público, dejó su impronta, un -11 en el marcador y toda la presión para Rory.
Por un momento se mascaba la tragedia, esa que persigue a McIlory desde el Masters de 2011 cuando sufrió un colapso en los últimos nueve hoyos de la ronda Final: salía al campo con el mismo resultado que hoy, con -12 de líder, pero cometió triplebogey al 10, bogey al 11, doblebogey al 12 y otro bogey al 15, que unidos a los fallos de la primera parte del recorrido le relegaron al puesto 15º después de firmar 80 golpes. Ese día marcó un antes y un después en la vida de McIlroy.
Jon Rahm, de menos a más
El jugador de Barrica ha ido de manos a mas en este Masters de Aguusta,en el que se convirtió en el único de los cuatro españoles en pasar el corte. Al menos, no se rompió la tradición de ver a un español en la ronda final de Augusta desde 1984.
Jon, ganador de la Chaqueta verde en 2023, fue de menos a más en el torneo con 75 71 70 y 69 golpes, terminando con -3 en decimocuarta posición.

U torneo duro para él, sobre todo mentalmente: “En golf, todo depende de ti porque no tienes un adversario enfrente; la bola no se mueve y va a hacer lo que hagas tú. Si lo haces bien o mal, es todo culpa tuya, aunque muchos, sobre todo yo, nos quejemos de que no es así y echemos la culpa a otros factores externos. Pero eso es lo duro. Yo creo que hay que aceptar el hecho de que todo depende de ti. Y la verdad es que una vez la has dado el golpe y esa bola está en el aire, ya pierdes todo control y puede pasar cualquier cosa. Al final es lo que hay. Lo difícil es aceptar lo que va a pasar y intentar disfrutar de eso. Yo al menos hoy, lo he hecho”.




