- Tres rutas panorámicas cruzan parte del territorio burgalés, invitando al fotógrafo viajero a enmarcar la provincia a través de su naturaleza y patrimonio.
Las Merindades, la sierra de la Demanda y la Ribera del Duero son las tres zonas que engloban estas rutas, perfectas para un ´road trip´ para los que optan por el turismo de interior con las altas temperaturas.
Cuando se planea un viaje y se piensa en
las distintas visitas y paradas que se van a hacer para disfrutar del destino,
a veces se descuida una parte tan esencial como es el propio viaje,
refiriéndonos al trayecto, al desplazamiento.
Y precisamente hablar de la provincia de Burgos es referirnos también a sus
carreteras, lugares de paso que han pasado también a constituir destinos en sí
mismos, perfectos para bajarse del coche y tomar las mejores fotografías.
Un patrimonio natural lleno de enclaves que harán del trayecto una experiencia
inolvidable (y retratable) de principio a fin.
La Carretera de los Sueños, la N-623
Hay trayectos que han pasado a ser puntos imprescindibles dentro de un
territorio, precisamente por las acepciones que sus vecinos les han atribuído a
lo largo de la historia. Caminos y rutas especiales, como la N-623, conocida
como la Carretera de los Sueños. Un recorrido lleno de sorprendentes
ubicaciones, que comienza en la ciudad de Burgos y atraviesa el Páramo de Masa
y que invita al viajero a disfrutar sin prisa, imbuyéndolo de un aura de paz y
tranquilidad.
La joya de esta carretera es el ´Parque Natural de Hoces del Alto Ebro y
Rudrón´, que con sus cañones y desfiladeros regados por el río Ebro constituye
uno de los parajes más bellos e impactantes de toda la Península Ibérica. A
pesar de tener un cauce mucho
menor, el rio Rudrón vierte sus finas y tranquilas aguas sobre el llamado ´Pozo
Azul´, un estanque natural que por su poca profundidad y su exposición al sol,
luce en sus aguas un impresionante tono turquesa.
El complemento etnológico a esta ruta lo aporta Arija, el municipio ideal para
disfrutar de algunos de los pueblos burgaleses característicos de la zona así
como de la legendaria gastronomía burgalesa. Un escenario perfecto además para
la práctica de deportes acuáticos como el piragüismo o el ´kite surf´.
Para finalizar el recorrido, el Valle de Valdebezana, al norte del territorio,
es una buena opción. Pegando a la vecina Cantabria, tiene en las ruinas
románicas del Castillo de los Porras y la Iglesia de San Vicente de Villamezán
dos de sus “joyas patrimoniales”.
Asimismo, Monte Hijedo, al sur del Embalse del Ebro, es un buen complemento
para fotografiar zona boscosa. Es uno de los robledales más característicos de
la Península Ibérica, un bosque profundo por el que perderse a lo largo de sus
2.000 hectáreas.
De la Sierra de la Demanda a la Ribera del Duero , la BU – 910
La carretera BU910 acoge la mezcla perfecta entre enclaves naturales y
encantadores pueblos, aptos para el disparo del fotógrafo profesional y el
aficionado.
Dos desfiladeros protagonizan este “camino”: por un lado el del río Mataviejas,
que llega hasta Castroceniza y Ura, cautivando a todo el que lo ve por su
belleza.
El otro “juego de alturas” de la naturaleza es el desfiladero de la Yecla, uno
de los paisajes que mejor representa los bosques de sabinas de nuestro país. Un
recorrido que discurre en paralelo al río Arlanza, que riega quejigos, encinas
y un característico bosque de riberas. El turista más afortunado quizá pueda
disfrutar además de diversas especies autóctonas de la zona, como lobos,
corzos, nutrias, águilas perdiceras o buitres leonados.
De camino el viajero se topará con una de las villas más conocidas de la
provincia de Burgos, tanto por su historia, su patrimonio arquitectónico y su
belleza. Santo Domingo de Silos, con su monasterio benedictino es una de las
joyas del románico en la provincia. Una imponente presencia
histórico-arquitectónica, responsable de la huella medieval en la zona.
Otra de las “villas” imprescindibles en el entorno de esta carretera es
Caleruega, que presume de ser uno de los pueblos más bonitos de España. El Real
Monasterio de Santo Domingo del siglo XIII, el Torreón de los Guzmanes del
siglo X o la iglesia parroquial de San Sebastián del siglo XII son algunos de
sus emblemas más característicos, que se prestan al encuadre perfecto para el
fotógrafo.
El camino hacia Las Loras
Muchos de los enclaves naturales pertenecientes a estas carreteras forman parte
del Geoparque de Las Loras, el primer geoparque de Castilla y León reconocido
por la UNESCO, y con un valor incalculable. Una invitación para conocer las
múltiples posibilidades turísticas de este lugar, que presume de contar con
particularidades geológicas, naturales, patrimoniales así como diversas rutas
senderistas y BTT.
Las carreteras BU 6222 y N627- Circular cruzan el entorno de este tesoro
naturalístico, que reparte su territorio entre once municipios burgaleses, como
Urbel del Castillo o Sargentes de Lora.
En esta zona el caminante se topará también con el Museo del Petróleo. Para
visitar este templo en torno al oro negro hay que llegar hasta Sargentes de
Lora, en la zona de Páramos. Un templo culto a los 50 años de historia de
actividad petrolífera en la zona, así como a su geología y todo lo que giró en
torno a su actividad industrial con el yacimiento de Ayoluengo como centro
neurálgico.
Tres recorridos, tres maneras de disfrutar la provincia de Burgos a través del
asfalto como un trampolín perfecto para “saltar” a algunos de los puntos
patrimoniales más característicos de la provincia.