Es una estación de esquí pero dentro de una ciudad completamente nueva donde antes había un pequeño pueblo. La intención del líder norcoreano era crear una urbe -construida en tan solo un año- pensada especialmente para vivir en el socialismo.
A pie de pista de la estación está la calle de este pueblo construido, con edificaciones que tienen capacidad para 4.000 personas. Pero no solamente hay pistas de esquí, también se inauguran teatros, un centro deportivo, spa, una pista para montar a caballo, etc. Es accesible en tren y está a tan solo dos horas de PIonyang, la capital y la ciudad más poblada de Corea del norte. En un futuro próximo también tendrá un gran hotel.
Poco se sabe de dónde ha sacado los cañones de nieve, motos y remontes, etc, ya que toda la información que ha llegado es a través de la agencia de noticias norcoreana. El caso es que en una de sus últimas inauguraciones se demostró que había ignorado las fuertes sanciones de la ONU con material de Austria, Suecia, Italia, etc.